sábado, 16 de junio de 2018

El trágico recuerdo de Omayra Sanchez

Sus imágenes aún causan dolor: la muestran impotente, con el agua hasta el mentón, aferrada a un trozo de madera tratando de salvarse como un náufrago en medio del océano.
Solo que ella –cuerpo menudo, cabello corto ensortijado y aretes pequeños en las orejas– estaba perdida en el mar de fango que sepultó a su pueblo.
Su tumba es hoy un pequeño santuario donde le hacen peticiones y le dejan ofrendas, como si fuera una santa.
Está cubierta de placas de agradecimiento en cemento y centenares de imágenes religiosas. Y le dejan cartas escritas a mano, juguetes y velones encendidos.
Los vendedores aprovechan el flujo de visitantes y ofrecen toda clase de recuerdos.
También ponen grabaciones con la voz de la niña horas antes de morir: "Mamá, si me escuchas, reza para que yo pueda caminar y esta gente me ayude. Mami, te quiero mucho… papi, hermano…".
La tragedia de Armero, una localidad del departamento andino de Tolima, en el centro-occidente de Colombia, se produjo por el deshielo de los glaciares del volcán Nevado del Ruiz, ubicado a 48 kilómetros de distancia.
El volcán hizo erupción y las nieves se derritieron, lo que produjo cuatro grandes avalanchas.
Hoy se sigue insistiendo en que el desastre estaba anunciado y que las autoridades de entonces no hicieron nada para evitar la muerte de unas 25.000 personas.
La niña se volvió el símbolo de todas esas víctimas.

1 comentario:

  1. Era el año de 1985 cuando, por las noticias nos enterabamos de lo sucedido en Armero - Colombia... Ella fue la pauta que años más tarde en la universidad Central de Quito, escribiera una reseña en el 89 en clases de redacción periodística, me has hecho viajar al pasado.

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